HUARAZ

08-01-14.

Salimos de Arequipa hacia Lima a las 8 de la tarde, después de despedirnos de esta familia con lágrimas en los ojos. Nos decidimos por la agencia Civa, en semi-cama por 90 soles (unos 24 €). Después de casi 16 horas llegamos a Lima a las 11:45h., deseando estar a tiempo de coger el siguiente bus a Huaraz con la empresa Oltursa, que es la única que sale a las 12:15h. No sale desde la misma estación, así que cogemos nuestras mochilas, que tardan un rato, taxi volando y llegamos justo cuando salía nuestro bus. Esto nos supone tener que quedarnos hasta las 10 de la noche que sale el siguiente. Compramos los billetes por 60 soles cada uno con la compañía Oltursa, una excelente compañía. Dejamos las mochilas y salimos a ver qué podemos hacer. Preguntamos y nos dijeron que había unos centros comerciales a varias cuadras y en uno pasamos la tarde hasta que volvíamos a la estación un par de horas antes de la salida del bus. Con puntualidad salimos por fin a Huaraz, llegando allí a las 7 de la mañana y pasando por primera vez 2 noches seguidas en buses. Total 35 horas, un día y medio, desde que salimos de Arequipa.

Huaraz está ubicada en el corazón del Callejón de Huaylas (valle de unos 180 km., en quechua "praderas"), también llamada "la suiza peruana" por sus impresionantes picos nevados y flanqueado por la Cordillera Blanca y la Cordillera Negra.
Su arquitectura no es la típica ciudad andina debido a que fue casi totalmente destruida en el terremoto que sufrió en 1970.
En la cordillera blanca se encuentran las montañas más altas de Perú, con 35 nevados que superan los 6000 msnm y los deshielos forman 630 lagunas.

Aquí habíamos quedado con Iván, un chico de couchsurfing que nos espera cerca de su casa y de la estación. Iván es guía de turismo, nos acomodamos y rápido nos aconseja y reserva en una agencia con la que trabaja, una excursión para ir a la laguna Llanganuco, por 30 soles cada uno, más la entrada al Parque Nacional Huascarán, 10 soles.

Nos duchamos (con agua fría-helada, ya que no hay agua caliente) y salimos cansados, pero aprovechamos el día y nos vamos con Cho, una taiwanesa súper simpática que también estaba en casa de Iván y iba también a la excursión.
El día consiste en subir hacia el norte, parada en el pueblo de Carhuaz, seguir hasta la laguna, de vuelta parada a comer y visita en lo que fue el pueblo de Yungay.

El terremoto del 70 en Yungay:
El 31 de Mayo de 1970 hubo un terremoto de 7,8 en la escala Richter que hizo que pueblos y ciudades del Callejón de Huaylas quedaran destruidos casi por completo. En Yungay trajo consigo un bloque de hielo, nieve, lodo y rocas del pico Huascarán, produciendo un alud que sepultó la ciudad entera matando a más de 25.000 personas sólo aquí, en total unos 80.000.

    Carhuaz:

    Laguna Llanganuco:

Con Cho

    Yungay:

Cementerio de la antigua ciudad de Yungay

    Vehículo después del terremoto

 Roca caída del nevado Huascarán

  Con pintura blanca, los únicos árboles que quedaron anteriores al terremoto

  fotografía aérea de la zona del desastre

 

Estábamos de vuelta en Huaraz a las 6 de la tarde. Día completo y que vale la pena más por ver la antigua ciudad de Yungay y sus pueblos que la laguna en sí, que no era demasiado espectacular. Pero resulta un día bien aprovechado, con la única lástima de la lluvia, que nos deja un poco empapados.
Nos cambiamos la ropa mojada y salimos a pasear un poco y cenar un arroz chaufa (frito) con langostinos.
Este pueblo tiene su encanto. Tranquilo, gente agradable y muy acogedor. En la guía Loney Planet (para algunos paranoid planet) dice que las excursiones de un día son peligrosas porque te pueden robar. Por lo visto alguna vez había pasado, pero ya hace tiempo y nosotros vemos mucha policía y nos sentimos seguros.

Después de las 2 noches de bus dormimos cómo niños hasta las 9 de la mañana. Iván nos aconseja ir a la laguna Wilcacocha, con unas 2 horas de ida que resultó ser todo subida infernal a 3.000 msnm como estábamos. Y esta es la más suave! Queríamos ir a la laguna 69 pero no lo hicimos porque eran 3 horas de ida, aunque no con tanta subida.
Hay que coger una minivan y llegar al puente de Santa Cruz, a unos 20 minutos, y allí empieza la subida. La laguna no vale nada, pero sí donde está situada, supuestamente con vistas a la cordillera blanca, aunque las nubes no nos dejan disfrutarla. Eso sí, valió la pena por pasar por pueblos alejados, ver cómo sus gentes viven y trabajan duro en el campo y poder charlar con ellos.

Volvimos a Huaraz y cogimos otra minivan a unas termas a 7 km., en Monterrey. No nos bañamos porque empieza a llover y el agua es marrón y no apetece mucho, pero sí nos duchamos, tienen duchas con agua caliente y cómo se agradece! La entrada cuesta 4 soles, poco más de 1€. Volvimos al pueblo, tomamos algo y de vuelta a casa de Iván. Charlamos con él un rato y a descansar.

 

Al día siguiente nos decantamos por hacer una excursión con la misma agencia, Mirador Tours, al Glaciar Pastoruri, unos 80 km.al sur de Huaraz. Se encuentra en la cima del Nevado Pastoruri, dentro del Parque Nacional Huascarán, a 5.201 msn..
Salimos a las 8, primera parada en un pueblo a tomar un buen mate de coca para o que nos esperaba, y vamos al parque. La entrada también cuesta 10 soles.

De camino paramos en una zona donde crece la bromelia más grande del mundo, la "Puya Raimondi", planta común del altiplano peruano-boliviano de hasta 12 metros de altura y que sólo crece a una altitud de entre 3.700 y 4.200 msnm, la cual florece una única vez en su vida, que puede durar 100 años.

Llegamos sobre las 11 a los pies del Pastoruri, subimos unos 100 metros caminando, lo que nos cuesta horrores. También se sube a caballo, pero no había suficientes. Llegamos a los 5000 metros y aún quedaban otros 200 hasta llegar al glaciar.
Parece que estemos en otro planeta y tal cómo decían, no faltó la lluvia-nieve. Nos quedamos un rato y tuvimos que acabar volviendo corriendo, empapándonos los pies y congelándonos las manos. Suerte que hicimos caso a Iván y nos llevamos los chubasqueros. La vuelta se hace dura, pero valió mucho la pena.

Volvimos una hora de camino hasta donde habíamos tomado el mate por la mañana y comimos un caldo de gallina para recuperar energía y calor, cosa que no conseguimos del todo.
A las 4:40 estábamos de vuelta en Huaraz, tomamos un café calentito, el mejor hasta ahora, y volvimos a casa a ver si conseguíamos calentarnos. El día ya estaba echado y seguía sin parar de llover. Descansamos el resto de la tarde, hicimos una tortilla de patatas y cenamos con Iván.



Con Iván

Definitivamente esta no es la mejor época para visitar Huaraz, ya que no pudimos apreciar lo hermoso que dicen es la Cordillera Blanca. La mejor es durante los meses de Junio-Julio-Agosto.

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