QUEBRADA DE HUMAHUACA

12-12-13.

Cambio de rumbo hacia Salta..
Salimos en bus desde Iguazú a las 9:45 h. con la compañía Río Iguazú dirección Posadas. 2 horas y media hasta Posadas, espera de otras 2 horas y a las 16:15h. salimos con Flecha Bus llegando a Salta a las 10 h. del día siguiente. 790 pesos en total.
Nos dejamos aconsejar y escogimos San Salvador de Jujuy como destino final, a unas 2 horas y media al norte de Salta. Total, más de 27 horas de viaje que al final se hacen pesadas. No teníamos alojamiento reservado y fuimos a uno que decía la Loney Planet pero ya no existe. Después de andar un buen rato y no encontrar nada por esta zona, cogimos un taxi y fuimos a uno que habíamos visto el día anterior por internet, Hostel Jujuy, 80 pesos por persona con desayuno en dormitorio para 6 y de nuevo tenemos la suerte de estar solos. Hostal sencillo pero recomendable, los dueños son muy amables y te orientan en todo.
Dejamos las cosas, nos duchamos y cansados salimos a comer. Comimos en un restaurante casero junto al hostal al que le llaman "el de la negra". Íbamos buscando ese y sin encontrarlo entramos en uno que resultó ser ese, y es que fuera ponía otro nombre. Para gente local, muy aconsejable. Comimos un lomito (bocadillo de lomo de ternera muy fino, con huevo, jamón dulce y ensalada), riquísimo y barato.
Después íbamos a ir a unas termas cercanas pero se puso a llover y aprovechamos para descansar el resto de la tarde. Además, había disturbio en las calles, los policías estaban protestando para pedir aumentos de sueldo, situación que aprovechan los vándalos para salir a la calle a saquear los locales y robar a la gente. Así que cómo para salir con este panorama..

El día siguiente salimos hacia Tilcara, a una hora y media de allí, que es el punto perfecto para visitar la  Quebrada de Humahuaca. La variedad de alojamientos y restaurantes está aquí y al estar entre Purmamarca y Humahuaca está mejor comunicado.
Allí teníamos un hostel reservado, El Olvidao, por 100 pesos la noche la habitación, con baño compartido. Digamos que es correcto, el baño sencillo y la habitación bastante vieja y no demasiado limpia. Por suerte llevábamos el saco sábana. Imprescindible. No muy aconsejable pero era económico y sólo íbamos a estar 2 noches. Otros sitios costaban 60 pesos por cama en dormitorio compartido y seguramente mucho mejores. Están cerca unos de otros, así que es mejor ir viéndolos en persona y elegir.
Nos fuimos a ver el pueblo, que es bastante pequeño y comimos en un restaurante en la plaza principal, probando por fin el locro (guiso a base de zapallo, porotos, maíz o papas que se consume en la zona de la cordillera de los Andes) y lentejas. Después, con la panza llena (no aconsejable), fuimos a hacer una excursión a la Garganta del Diablo. Nos dijeron que eran 4 horas entre ida i vuelta, pero era algo menos. El paisaje hasta llegar ya vale la pena.

    Garganta del Diablo

De vuelta al pueblo fuimos a visitar el yacimiento arqueológico de "Pukara", a las afueras del pueblo, (uno de los poblados prehispánicos más notables de la quebrada de Humahuaca), cerraban a las 6 pero tenemos tiempo suficiente para visitarlo. Entrada 30 pesos con derecho a visitar los museos del pueblo. Totalmente prescindible.
Por la tarde-noche nos quedamos en el hostel viendo en la tele las noticias de los altercados en las calles, que están sucediendo no sólo en esta zona, si no en varias provincias de Argentina.

El día siguiente lo dedicamos a visitar el pueblo cercano de Purmamarca, localidad de origen prehispánico donde está el famoso Cerro de los siete colores. Este pueblo es pequeño pero rodeado por el cerro y con mucho encanto. Eso sí, totalmente turístico. La subida al cerro es de 15-20 minutos. Allí nos sentamos a disfrutar del colorido paisaje y aprovechamos para comer algo, charlando con un grupo de chicos españoles y franceses que están estudiando en Argentina y ahora aprovechan para viajar.
Bajamos y fuimos a la otra parte del pueblo a ver unas vistas diferentes. No lleva mucho tiempo y cómo el bus de vuelta no lo tenemos hasta las 4, recorremos el pueblo con sus paradas de artesanías y tejidos.

A las 6 estamos de vuelta en el hostal, un rato de tele y salimos a comprar la cena, unas masas de harina rellenas de queso que hacen unas chinas al carbón en la calle, con una buena cerveza de litro.

Estos 2 días son suficientes para visitar esta zona, aunque nos podríamos haber quedado un día más a disfrutar de este pueblo que tiene su encanto, pero teníamos el bus de Salta a San Pedro de Atacama en Chile que tuvimos que comprar en el aeropuerto de Barcelona el día que empezábamos esta aventura, y que ya cambiamos de fecha. Así que al día siguiente nos dirigimos en bus a Salta y cómo no saldríamos hasta la 1 de la madrugada, dejamos las mochilas en la terminal de buses y sin nada nos dirigimos al centro a pasear. Íbamos con reticencia ya que los policías, así cómo en otras zonas sí, en esta aún no habían llegado a ningún acuerdo por el aumento de sueldo que pedían y no sabíamos si habría jaleo. Pero todo lo contrario, las calles estaban plegadas de policías y el ambiente era muy tranquilo y perfecto para pasear. Eso sí, no pudimos hacer fotos por no llevar la cámara y bien este pueblo merece unas cuantas imágenes. Valdría la pena dedicarle un par de días.

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