Salimos de Mendoza en bus a las 22 h. con la compañía Cata, 610 pesos por persona en semi-cama, cena y desayuno incluidos, con destino final Buenos Aires, donde pensábamos estar 3-4 días. Viaje de 14 horas y media hasta las 12:30 h.
Allí habíamos quedado con un chico de couchsurfing que vive en el barrio de Flores. Cuando bajamos de la Ómnibus cogimos un bus hasta allí y llegamos a su casa donde vivía con 4 compañeros más. Tras la peor experiencia que hemos tenido en couchsurfing, ya que la casa era lo peor donde hemos estado y para nosotros totalmente inhabitable debido a la suciedad que reinaba, dormimos por no hacer un feo pero al día siguiente habiendo sólo visitado algunos barrios de la capital, cómo el centro, Puerto Madero, San Telmo y Palermo y no habiéndonos atrevido a visitar nada más por los consejos de que hay peligro por robos, etc.. volvimos a la casa a recoger nuestras mochilas y partir rumbo a Iguazú.
Está claro que en un viaje como este hay experiencias de todo tipo, y la nuestra en Buenos Aires no merece más comentarios. Pero contentos a la vez que cansados, la decisión es la correcta. Hay que decir que a pesar de todo esto el chico era agradable, compartimos aventuras anteriores, una tarde de paseo y una cena de pasta. Pero siempre hay un lado positivo de las cosas.
Nuestro bus a Iguazú salió a las 20:45 h. con la compañía Vía Bariloche, 635 pesos por persona en cama, también con cena y desayuno incluidos. Hasta el momento, y llevamos unos cuantos, el mejor servicio a bordo. Llegamos a Iguazú a las 13:30 después de casi 17 horas de bus y ya algo acostumbrados a tantas horas.
Buscamos hostel y habiendo visto varios, todos cerca de la terminal de Ómnibus, nos decantamos por Mango Hostel, a una cuadra y media de la estación. En habitación compartida con 6 camas, en la que de nuevo estamos solos en ella. Nos pedían 100 pesos per persona y día pero al final conseguimos que nos lo dejaron por 90. Hostel con piscina, buen ambiente y buena onda. Incluye el desayuno. Cada día organizan cenas.
El resto del día lo dedicamos a descansar después de los 2 viajes de bus intensos y el día en Buenos Aires, y eso sí, deseando que llegue el día siguiente para visitar las famosas Cataratas de Iguazú.
Este espectáculo único de la naturaleza declarado Patrimonio Natural de la Humanidad y recientemente electas como una de las Nuevas 7 Maravillas Naturales del Mundo, se originó hace unos 200 mil años, en el sitio que hoy conocemos como “Hito de las Tres Fronteras” (Argentina, Brasil y Paraguay), donde confluyen el río Iguazú y el río Paraná.
Una falla geológica producida en el cauce del río Paraná hizo que la desembocadura del río Iguazú quedara convertida en una abrupta cascada de 80 metros de altura. Desde aquel punto, donde se originaron las Cataratas, hasta donde hoy en día se encuentra la Garganta del Diablo existen 27 kilómetros de distancia, debido al retroceso lento erosivo, pero continuo en la posición de las Cataratas.
Esta gran cascada original, se ha convertido en dos grandes arcos sinuosos de 2700 metros de extensión. Siendo el salto más imponente del conjunto, la Garganta del Diablo, de 80 metros de altura, se encuentra en el curso principal del río. Según el río, posea más o menos caudal se pueden admirar entre 160 y 260 saltos, que en términos medios serían unos 1500 metros cúbicos de agua por segundo.
La violencia de la caída produce una niebla permanente, en la cual los rayos solares conforman múltiples arco iris de insuperable belleza.
Y el día llegó. El primero de los 2 días vamos a ver el lado brasileño. Compramos pan y embutido para hacernos los bocatas y agua y cogemos el bus de las 10:30 h. con la empresa Crucero del Norte, 60 pesos por persona ida y vuelta. Nuestra sorpresa fue al llegar a la frontera con Brasil, tras 10 minutos de bus y haber pasado tantas fronteras, caímos que no llevábamos el pasaporte original. No se nos pasó por la cabeza que tuviéramos que pasar la frontera, siento lógico si vas a ver las cataratas desde Argentina al lado brasileño. Lo comentamos con le chófer y nos dice que rápido vayamos con un taxi a buscarlos que nos espera 7 minutos. Ni 8 ni 6, 7 minutos. Le decimos que nos espere y nos vamos a la carrera. En 10 minutos estamos de vuelta pero ni rastro del bus. Así que nada, resignación y a esperar que pase el siguiente. Llegó a más de las 12:30 h., pero tenemos tiempo de sobras de disfrutar de lo que pudimos descubrir posteriormente cómo la gran belleza natural hasta ahora vista por nosotros.
La entrada cuesta 44,80 reales brasileños, al cambio unos 130 pesos argentinos. Aceptan pago con tarjeta, no cómo en el lado argentino, que es pago efectivo.
Un dicho popular afirma que en el espectáculo de las Cataratas, del lado argentino se encuentra el escenario y del brasilero la privilegiada platea.
Sin lugar a dudas la panorámica que se obtiene desde el lado brasilero es excelente. Desde los miradores y pasarelas del Parque Nacional do Iguaçú se puede apreciar una vista de casi la totalidad de los saltos, además de un impresionante acercamiento a la Garganta del Diablo. De este lado hay una sola pasarela en un solo sentido que se puede realizar sin dificultad, la misma finaliza en el mirador de la Garganta del Diablo, y en un ascensor panorámico.
Y lo demás lo dicen las fotos..
Garganta del Diablo
Garganta del Diablo
Y al llegar al hostal ducha en la pileta (piscina) y cena de una deliciosa pizza de panceta y roquefort acompañada de cerveza en una pizzería junto a la Omnibus.
En nuestro segundo día le toca el turno al lado argentino. De nuevo con nuestro bocadillo cogimos el bus esta vez más pronto, a las 8:40 h. Sale cada 20-25 minutos aprox. y tarda unos 25 minutos en llegar. La entrada cuesta 170 pesos y sólo aceptan pago en efectivo.
Su recorrido es más extenso, y tiene un circuito superior, el cual ofrece una caminata por el área superior de los saltos, con 650 metros de recorrido que ofrecen una vista panorámica del conjunto de los saltos y del delta del Río Iguazú con seis amplios miradores y lugares de descanso; y un circuito inferior, con una pasarela que se interna por debajo de los saltos, al corazón de las cataratas. Este circuito ofrece una experiencia más íntima con el paisaje y un contacto pleno con la naturaleza.
Allí te puedes quedar horas y horas embobado con esta maravilla de la naturaleza sin querer apartar nunca la vista. Y a eso es a lo que nos dedicamos hasta las 6 de la tarde, acompañados por Susana y Chema, a los que conocimos en el bus y con los que congeniamos en seguida.
Lo primero que hicimos fue dirigirnos a la Garganta del Diablo, tal cómo aconsejan, pero en lugar de ir con el tren, fuimos andando ya que había una cola inmensa. De ahí por toda la pasarela superior y luego la inferior.
Hay gente que se decanta por ver uno de los dos lados de las cataratas, pero nosotros que vimos los 2 podemos decir que disfrutamos mucho de ambos del mismo modo, si bien es cierto que desde el lado argentino las tienes más próximas, es más extenso, con más ángulo de visión y tiene más espacios verdes.
A la vuelta baño de nuevo en la pileta, ducha y quedamos con Susana y Chema para ir a cenar. Dimos vueltas sin saber donde y de casualidad vimos que estaban haciendo una gran parrillada para mucha gente, nos acercamos a preguntar y nos dijeron que era una fiesta privada. Insistimos en cenar allí y el dueño al final cedió a ponernos una mesa pero fuera del local de la celebración, en la calle, pero en media hora. Nos tomamos una cerveza en un bar para hacer tiempo y al llegar ya teníamos nuestra mesa preparada. Cenamos de maravilla una buena parrillada con ensalada y vino. Después de la cena una buena caipirinha en otra terraza siguiendo con las charlas y las risas. Pasamos un noche genial. Y cómo final de fiesta a bailar un rato a un boliche (discoteca). Día súper completo.
Con Pachuco, el dueño del restaurante donde comimos parrillada
Con Chema y Susana tomando Caipirinhas
4 comentarios:
IM-PRE-SIO-NAN-TE !!! Dicen que el agua purifica, pues vosotros debéis estar ya como el agua oxigenada. No puedo imaginar lo que debe ser estar delante de tal paisaje, aunque las fotos te ayudan a hacerte una idea... Otra vez, gracias por compartirlo y dejar que veamos lo bonito que es el mundo. Mil besos !!!
Totalmente, es una sensación increíble, de no querer apartar la vista nunca. El paisaje natural más bonito que hemos visto nunca. En fin, ya lo ves, que seguimos disfrutando. Gracias por seguirnos.
Tú sí que eres impresionante!
Besos mil..
Pero q coloraditos estais!!!! pero se os ve de lujo,seguid disfrutando d las maravillas de la naturaleza.Besitos
Muchísimas gracias, guapísima! En ello estamos.. besitos
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