Otra mudanza más a nuestras espaldas viajeras......ya por fin viviendo sin tener que compartir, en un estudio pequeñito en la zona de Windsor, a 20 minutos en tram de la city y 10 minutos caminando de St. Kilda Beach. Contentos porque por fin podemos vivir los dos solos. Todo el mundo te dice que tienes que convivir con más gente de habla inglesa para poder practicar el idioma y aprenderlo más rápido, pero después de las experiencias vividas preferimos aprender más despacio pero vivir independientes con nuestra intimidad y sin problemas de convivencia, no porque hayamos tenido muy malas experiencias en este sentido, pero al final el compartir zonas comunes como baño y cocina, donde los estándares de limpieza no son aceptables para nuestro punto de vista, nos hace plantearnos el pagar un poco más y evitarnos problemas. Además de que donde vivíamos se estaba convirtiendo en una fiesta continua donde se hacía difícil descansar.
En este estudio debemos permanecer un mínimo de 2 meses, pero sin problema, y dando sólo 2 semanas de fianza, cosa que con nuestra economía por el momento, es lo único que nos podemos permitir hasta que estemos los 2 asentados laboralmente.
TRABAJO:
La vida laboral ha cambiado substancialmente. Jordi trabaja ahora, después de estar un mes y medio sin encontrar nada. Entregando currículums en mano, consiguió su segundo trabajo en un restaurante italiano situado en Fitzroy ST, en la zona de St. Kilda, muy cerquita de donde vivimos actualmente, así que le va de perlas. Empezó como ayudante, fregando platos y haciendo preparaciones sencillas, pero gracias a la ayuda de Fito, el chef principal del restaurante, consiguió aprender el menú y técnicas, además de que coincidió en que llegó en el justo momento que Fito se marchaba después de estar unos 3 años en el restaurante, así que ahora ejerce de primer Chef sustituyendo a este.
ESCAPADAS:
Ya contamos en la anterior entrada que a pesar de llevar ya cerca de 4 meses en Melbourne, no hemos podido hacer muchas escapadas ni dedicarnos más profundamente a visitarla, debido a estar trabajando bastante. Así que un fin de semana en el que coincidíamos los dos, alquilamos un coche para aprovecharlo al máximo y poder hacer algo diferente.
Y en esta parte vuelven a aparecer en nuestras vidas Dori y Zairo, la pareja belga que conocimos en Bangkok y con la que pasamos una noche genial. Nos despedimos allí con un hasta luego deseando volver a encontrarnos aquí y así ha sido. Ellos estaban en Melbourne,a punto de regresar a su casa después de vivir una gran aventura como la nuestra. Recientemente venían de recorrer casi toda Australia durante casi 5 meses con una furgoneta que compraron y vendieron antes de su vuelta a casa. Menuda aventura!
GREAT OCEAN ROAD
Pues este fin de semana lo aprovechamos para, el primer día, recorrer con ellos la Great Ocean Road.
Esta carretera se extiende durante unos 245 kilómetros entre las poblaciones de Torquay y Warrnambool. Fue construida por soldados que retornaron entre 1919 y 1932 de la Primera Guerra Mundial y dedicado a los soldados fallecidos en ella, y su camino es el más grande monumento a los caídos. Fue construida con este fin y no para lo que es hoy en día, uno de los mayores reclamos turísticos de Australia.
Su construcción duró 13 años de duro trabajo y empleó a más de 3.000 soldados, que dormían en campamentos establecidos al lado de la carretera que iban construyendo y que sirvió para paliar el inminente problema de desempleo en áreas poco pobladas.
Y Dori y Zairo, que habían recorrido casi toda la costa Australiana, se iban a ir sin ver esta ruta tan turística. Casualidades de la vida que justo le ofreciéramos ir a visitarla juntos y que les dieran fiesta en sus trabajos, para poder despedirnos de la mejor manera.
Y esta también es nuestra primera experiencia conduciendo un coche en Australia. Como ya sabéis aquí se conduce por la izquierda, y los coches mayoritariamente tienen cambio automático. Muy distinto a lo que estamos acostumbrados nosotros en Catalunya.
Así que esa mañana nos despertamos bien temprano y fuimos a recoger nuestro coche y a ellos a posteriori en la city (el centro de la ciudad).
Esta ruta se puede hacer en varios días y así poder disfrutar más de la vivencia, descansar, etc... pero nosotros íbamos a hacerla en un solo día, ya que ellos sólo tienen libre un día y nosotros aprovecharíamos el otro día para hacer algo diferente.
No era el mejor día de sol, pero para ser la época que es no nos hizo tan mal día.
Fuimos recorriendo la serpenteante carretera haciendo las oportunas paradas que hay durante esta, para admirar el bonito paisaje que la recorre. La verdad es que hay gente que te dice que no deja de ser un paisaje, una carretera por la costa que quizás tú ya hayas podido ver en alguna ocasión, pero a nosotros nos pareció un entorno y una situación verdaderamente bonita, quizás por estar en un lugar tan alejado de tu casa, conduciendo con un coche por la izquierda, toda esa serie de tópicos que aunque no te los quieras creer, son ciertos y te influyen de algún modo.
Inicio de la "Great Ocean Road"
La población de Torquay es donde se inicia esta carretera. Situada a 21 km.al sur de Geelong, es famosa por sus playas perfectas para practicar Surf. En una de sus playas, "Bells Beach", es donde se celebran famosas competiciones de surf. Y en Torquay es donde tienen su casa importantes compañías como Rip Curl y Quicksilver. Y cómo no, donde se encuentra el "Museo del Surf" o "Surfword" (abierto todos los días de 9am a 5pm).
Nuestra siguiente parada es entre las localidades de Anglesea y Lorne, en el faro de Split Point, ubicado en Aireys Inlet (con 2 centros comerciales, restaurantes y bonitas tiendas). Construido en 1891, para los lugareños es conocida como "la reina blanca" y en él se protagonizó la serie de televisión "Round the Twist", una serie de fantasía sobre 3 niños y su padre que viven en un faro y se involucran en muchos extrañas aventuras mágicas. También se rodó aquí la recientemente versión australiana de "Masterchef".
Hasta sus 34 metros de altura se puede subir y disfrutar de las maravillosas vistas de la costa y la ruta panorámica de 360º.
En esta primera parada ya nos vamos haciendo una idea de lo que nos espera por descubrir..
Seguimos ruta y nuestra siguiente parada es en el pueblo de Apollo Bay.
Apollo Bay es conocida por sus playas, perfectas para la práctica del surf, por los amantes de la pesca o simplemente para tomar el sol.
Entre invierno y primavera, las ballenas francas australes llegan a esta zona principalmente para reproducirse, dar a sus crías en las más cálidas y tranquilas aguas del Sur de Australia, durante su temporada de migración. Con menor frecuencia, las ballenas jorobadas pueden verse frente a la costa. Y de lo cual no tenemos la gran suerte de disfrutar.
Además, es sede del anual "Apollo Bay Music Festival" y del "Great Ocean Sports Festival".
Y aquí es donde decidimos quedarnos a comer, el muy típico plato australiano "fish and chips".
Fish and Chips
Y después de Apollo Bay, la carretera se aleja de la costa durante unos kilómetros para atravesar el Great Otway National Park, antes de regresar a la cosa. Este parque nacional abarca unas 130.000 hectáreas y en él se pueden atravesar numerosos senderos donde poder ver numerosos Koalas, y que nosotros nos perdemos por falta de tiempo y nos hará volver de nuevo para disfrutarlo con más calma.
Un parking para vehículos y un centro de información, recibe al turista, eso sí, con su debida tienda de souvenirs para que se lleven los 12 apóstoles para siempre a casa.
Los "12 Apóstoles" (Twelve Apostles), son espectaculares formaciones rocosas, restos de acantilados que han sufrido miles de años de erosión. El tormentoso Mar del Sur y los vientos que soplan constantemente en la zona poco a poco erosionaron la arena caliza de que se componían los acantilados, formando cuevas. Con el paso del tiempo las cuevas se convirtieron en arcos y estos, al derrumbarse, dieron forma a las rocas que se ven hoy en día. Estas rocas pueden llegar a alcanzar los 70 metros y las mejores vistas son al amanecer o atardecer, donde el reflejo de la luz solar hacen que cambien de color.
Habíamos visto esta estampa en infinidad de sitios, pero no sabemos por qué, verlo en persona impresiona bastante y no nos decepciona en absoluto.
Y la vuelta a Melbourne la hacemos por la carretera del interior, que es más directa pero que aún así nos lleva unas 4 horas o más. Y allí sí ya nos toca despedirnos de Dori y Zairo, esta vez no sabemos hasta cuando pero que nos volveremos a encontrar es seguro.
YARRA VALLEY
Al día siguiente nos decantamos por visitar una de las zonas vitivinícolas más importantes de Australia," Yarra Valley".
Situado a apenas 1 hora al Este de Melbourne,
Yarra Valley es un destino perfectamente accesible para una escapada rápida de un día.
Este valle alberga cerca de 80 bodegas, desde pequeños negocios familiares hasta grandes empresas.
La región es famosa por producir el mejor Pinot Noir y vino espumoso (Sparkling) de Australia, además de una gran variedad de vinos de clima frío.
Fue la primera región vinícola de victoria en plantarse, y recibe anualmente 3,2 millones de visitantes, 32.000 de los cuales son extranjeros.
El día que escogimos para visitar el valle, pues decir.. que metereológicamente hablando no era el mejor, pero aquí es muy difícil encontrar un día "adecuado" en lo que al tiempo se refiere.
No obstante salimos dispuestos a descubrirlo y disfrutar de alguna que otra visita a sus numerosas bodegas.
No sabíamos, eso sí, que los sábados no solían realizar visitas a las bodegas, y excepto alguna, la mayoría estaban cerradas al público, vaya chasco nos llevamos!
La primera bodega que visitamos, a pesar de estar abierta al público, no realizaba visitas guiadas, y tu mismo realizabas tu propia visita. Las instalaciones muy bonitas y cuidadas, estuvo muy bien.
Después de esta visita decidimos ir a visitar "DOMAIN CHANDON", ya que nos habían dicho que esta bodega sí que estaba abierta, y aunque no fue una visita como realizaríamos en cualquier bodega de Catalunya o España, sí que había un bar donde por tan sólo 5 dólares probabas 7 vinos de la bodega. Aunque de los que probamos sólo uno era un vino, los demás eran Sparkling (lo que es nuestro cava), por cierto, algunos muy buenos. No es casualidad lo del nombre de la bodega, que descubrimos posteriormente que es propiedad de la famosa MOET CHANDON.
Lo mejor, a parte de la explicación que te daba el chico cuando te servía, era poder degustarlo en la terraza, con las impresionantes vistas a los preciosos y cuidados viñedos de la propiedad...
Y así acaban estos dos días diferentes para nosotros y que se agradecen después de estudiar, trabajar y poco más. Siempre necesarios estos momentos para unos viajeros incansables y siempre con ganas de ver lugares nuevos.........
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