QUITO - OTAVALO Y LLEGADA A COLOMBIA

03-02-14.


Salimos de Misahuallí a las 8:30 h. con la
compañía Amazona (7$). A las 9 llegábamos a Tena y a las 9:30 seguíamos hacía Quito, llegando a las 14 h. Al llegar a Quito nos informó una chica donde teníamos que bajar para coger otro bus hacia el centro. Cogimos este otro bus sin saber muy bien donde estábamos y nos llevaba al centro, indicándole a la chica que cobra que nos avisara al llegar a la Plaza Carolina, donde Gaspar nos aconsejó alojarnos por ser una zona tranquila y segura. Pero esta chica se olvidó de nosotros y nos pasamos la parada. Nos bajamos cabreados con ella y sin saber por donde ir, y buscando cómo coger otro transporte vimos que esa zona parecía tranquila y paramos en un hostal que tenía buena pinta, Hostal Bavaria. Nos gustó y allí nos quedamos, está en la Ciudad Nueva y muy bien comunicado, a 2 calles de Trolebús. La habitación doble con baño y tv. 20$, nada mal para ser Quito. Decisión acertadísima porque además resultó estar muy bien comunicado, a 2 calles del Trolebús.
Cogimos un Trolebús (metro pero que no es subterráneo, con carril propio), rápido y eficaz, ya que evita toda la saturación del tránsito, y además es muy barato (0,25$). Eso si, casi siempre va hasta los topes, como todos los metros. Nos paramos en el casco histórico de la ciudad, llamada Ciudad Vieja. Hay que bajar en la parada que dice "Plaza Grande" que es pleno centro y nos dedicamos a pasear por toda esta zona. Por los alrededores encontramos la Iglesia de la Compañía, considerada como una de las más importantes expresiones de arte barroco del continente americano y del mundo.
Un buen paseo, unas cuantas fotos y regresamos al hostal, no sin que antes nos avisaran de que no enseñáramos la cámara que era peligroso, al grito de "Dangerous". Qué raro!!
Después de descansar un rato salimos a cenar. Cerca del hostal no hay mucha oferta de restauración precisamente, pero encontramos un restaurante chino con muy buena pinta. Valga la aclaración que raramente solemos ir a chinos en nuestra tierra, pero cuando viajamos nos suelen dar muy buenos resultados, tanto en Asia como ahora en Quito. Fue una cena muy rica, con sopa de cangrejo y unos fideos fritos con camarones, todo estaba riquísimo.

    Algunas fotos en la Ciudad Vieja de Quito:

Ya el domingo y después de meditar mucho decidimos ir a Otavalo, al famoso mercado de artesanías que se realiza en esta ciudad situada a unas 2 horas al norte de Quito. Primero pensamos ir cuando subiéramos hacia Colombia, pero acertadamente fuimos el Domingo para regresar en el mismo día a Quito. Se tardan 2 horas en llegar desde la terminal de buses de Carcelén, pero para llegar a Carcelén, hay que ir en Trolebús hasta la estación de Ofelia (30 minutos desde nuestro hostal) y 40 minutos de ahí a Carcelén.
Paseamos por el mercado, donde vimos artesanías bonitas y tejidos muy chulos, pero nuestra idea no era precisamente comprar nada y cargarlo con nosotros el resto del viaje. Eso sí, nos compramos un par de pulseras para llevarnos algún recuerdo de nuestro paso por Otavalo.
Ya por la noche volvimos a cenar en el chino, y de nuevo acierto.

    Mercado dominical de Otavalo:

El último día dejamos las cosas en el hostal y fuimos a visitar " La mitad del mundo", situado a las afueras de Quito. Hay que coger en la estación de buses de OFELIA un bus que pone Mitad del Mundo, cuesta 0,40 $ y se tardan unos 40 minutos en llegar.
La entrada cuesta 3 $ y te da acceso al recinto donde se encuentra el monumento, la línea donde está situada la mitad del mundo y unos cuantos edificios dedicados a exposiciones sobre todo lo relacionado con el descubrimiento, ciencia, etc. Paseamos, y nos sacamos las fotos de rigor en la misma línea, y también y como nos habían informado anteriormente, sellamos nuestro pasaporte en el interior del museo etnográfico que hay dentro del monumento. Fue una experiencia curiosa, no siempre uno está situado justo en la mitad del mundo. Nosotros que empezamos nuestro viaje en  el "Fin del Mundo" y ahora estábamos en la mitad.

Ya de vuelta en el hostal recogimos las mochilas y de nuevo a la estación Ofelia y de nuevo a la estación Carcelén, desde donde salen la mayoría de compañías que van hacia la frontera con Colombia. Viajamos con la compañía Expreso Tulcán (7 $), salimos a las 13:30 h. y llegamos sobre las 18:15 h a Tulcán, último pueblo antes de la frontera. Casi anochecía, cosa que no nos hacía mucha gracia ya que cuanto más tarde en una frontera más peligroso. Nada más bajar del bus cogimos un taxi que por 3,50 $ nos dejaba en el control Ecuatoriano. Habíamos visto en internet que otros viajeros desaconsejaban ir en taxi por ser más caro y aconsejaban una minivan por menos dinero, pero el asistente de Expreso Tulcán nos comentó que apenas ahorras nada y además te deja en el centro de la ciudad y luego tienes que coger otro transporte que te acerque a la frontera. Así que ya a esas horas y el poco ahorro en el costo hace que tomemos la decisión correcta de ir en taxi, totalmente aconsejable.
En 15 minutos estábamos sellando el pasaporte de salida del país, cruzábamos un pequeño puente (puente Rumichaca, que separa los dos países) hasta el lado colombiano y sellábamos de ese lado en 2 minutos. Todo resultó ser más sencillo y seguro de lo que pensábamos, además de rápido. Después de sellar de ambos lados fuimos andando los 300 metros que nos separaban de la Hostería Mayasquer, donde nos íbamos a hospedar sólo esta noche (más tarde de las 8 es aconsejable ir en taxi, cobran 3 $), y que es de un familiar de la familia con la que nos reuniremos en Colombia y que conocimos en nuestro viaje a Tailandia en 2007 junto a Alejandro de Santiago de Chile.

La estancia en Colombia promete..